DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Page 1 sur 2
Page 1 sur 2 • 1, 2
DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
No ha existido en la historia del mundo fenómeno religioso más significativo, ni que afecte tanto negativamente a una civilización, que el suscitado actualmente en la Iglesia Católica, por la imposición en su seno de una filosofía – que no llega a doctrina por su complejidad- totalmente extraña y contraria a la milenaria institución.
No se trata aquí de un cisma entre católicos; se trata de la bárbara invasión judeo-masónica, secta que desde hace siglos habia programado la destrucción de ésta a través de la infiltración, cuyos resultados comprueban hoy propios y extraños.
Lo peor de todo es que todas las sedes de la Iglesia están siendo hoy usurpadas, ya sea por sujetos miembros de la conspiración, o por otros ignominiosamente complacientes con ésta. Pero lo más grave consiste en la ocupación arbitraria de la Sede Romana, desde la cual descienden las enseñanzas y las consignas que, en la ignorancia de la situación, mantienen colaborando con la Gran Sinarquía a las multitudes católicas, esto además con grave daño propio.
Alzar la voz en señal de protesta y de advertencia es lo menos que podemos hacer hoy los católicos, reafirmando ante el mundo, a pesar de todo, nuestra fe en la perennidad de la divina Institución.
Atentamente,
La Autora.
CONTINUARÁ...
Gloria Riestra de Wolff, amiga y colaboradora del Rev. P. Joaquín Sáenz y Arriaga. La señorita Riestra es Secretaria General y Comisionada de Prensa de la UNIÓN CATÓLICA TRENTO de México.
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Desolación en el lugar Santo
Apuntes esenciales sobre la cuestión actual de la nueva misa
por Gloria Riestra
«La misa es una cena. La misa es una asamblea. La misa es un memorial» (Definición de la Misa en el Nuevo Ordo de Paulo VI)
Introducción
Ante los problemas surgidos de la existencia de dos ritos o formas de celebrar la Misa que existen actualmente en la Iglesia, la Misa Católica del Concilio Dogmático de Trento y el rito experimental-evolutivo o Misa de Paulo VI, surgido del Concilio Vaticano II, se impone una breve exposición de cuestiones fundamentales al alcance de todos los católicos y otros lectores interesados en el tema.
Lo que ante todo hay que exponer es la clase de Concilios de donde emergen los dos ritos, uno, un Concilio Dogmático, el de Trento, celebrado en los años de 1545 a 1565, bajo los Papas Paulo III, Julio III y Pío IV; el otro un Concilio Pastoral del Vaticano II iniciado por Juan XXIII en 1962 y culminado por Paulo VI en 1965. El primero del cual emanan definiciones irreformables que son continuación y reafirmación de doctrinas seculares de la Iglesia; el segundo que comprobadamente se opone a las doctrinas dogmáticas del primero, tanto en la documentación expresa emitida (del Vaticano II) como en lo concerniente a las reformas posteriores del culto y la disciplina.
Explicitación de los Concilios de la Iglesia Católica
Hay que recordar ante todo en qué consiste un Concilio. Este es la reunión plenaria de todos los Obispos del mundo y Abades (presentes y por delegación) presidida por el Romano Pontífice para tratar asuntos relacionados con la fe y costumbres según la doctrina de la Iglesia, u otras cuestiones. Un Concilio Dogmático es aquél donde precisamente se definen verdades de fe, o se renueva la fe de la Iglesia de dichas verdades. En cuanto al dogma, es una verdad revelada por Dios propuesta a la fe de los fieles por el Magisterio infalible del Papa quien define y confirma las decisiones de los padres conciliares. Las definiciones de los Concilios Dogmáticos no pueden ser jamás reformadas ni abrogadas por su misma naturaleza, o sea en cuanto a divinamente reveladas.
La perpetuidad de los Cánones dogmáticos se sustenta en la infalibilidad del Romano Pontífice. La infalibilidad que significa que el Papa no puede errar se funda en la asistencia del Espíritu Santo prometida por Cristo a Pedro y sus sucesores cuando le dice: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra fundaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella... a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo, y lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo» (San Lucas 22, 31-32).
CONTINUARÁ...
"La perpetuidad de los Cánones dogmáticos se sustenta en la infalibilidad del Romano Pontífice. La infalibilidad que significa que el Papa no puede errar se funda en la asistencia del Espíritu Santo prometida por Cristo a Pedro y sus sucesores cuando le dice: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra fundaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella... a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo, y lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo» (San Lucas 22, 31-32).
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Esta infalibilidad tiene condiciones. El Papa es infalible: 1. Cuando al hablar lo hace en su calidad de Pastor y Maestro Universal de la Iglesia, 2. Que manifiesta voluntad de dirigirse a la Iglesia Universal y no sólo a un grupo particular, 3. Que defina sobre una verdad revelada tratándose de fe o costumbre, lo cual significa afirmar que dicha verdad está contenida en el depósito de la divina revelación, o sea, que la podemos encontrar expresamente manifiesta en una de las dos fuentes de la revelación que son la Sagrada Escritura y la tradición. Si no habla bajo estas estrictas condiciones, el Papa puede errar hablando como Doctor privado, o sea, no hablando ex cathedra. Así pues, la infalibilidad no constituye una divinización de su persona; es un atributo divino que precisa de condiciones especiales para ser ejercitado; el Papa puede errar inclusive enseñando la herejía en sus sermones privados, en sus audiencias públicas en sus documentos a grupos particulares, en sus disposiciones disciplinarias, inclusive, en sus obras escritas como autor privado. «El Papa no ha sido puesto para la destrucción sino para la edificación de la Iglesia», dice la doctrina católica, y es fácil deducir de sus enseñanzas si está edificando o destruyendo la Iglesia.
La Sede Romana puede estar vacante por enseñanza herética de un Papa. Sede significa silla, sitio central donde radica un poder, en este caso el poder del Papa; se llama también Santa Sede, Sede Apostólica, Sede Papal. De dos modos enseña la Iglesia que la Santa Sede puede estar vacante, o sea vacía de poder, sin Papa existente. Esto puede suceder de dos modos: Por defecto de elección inválida al descubrirse que un Papa es hereje con anterioridad a su elección, o en el caso de un Papa electo evidentemente caído en herejía. Es de fe que en la Iglesia ha de existir perpetuamente un sucesor de San Pedro, pero no es de fe que no pueda haber interregnos, o sea, espacio de tiempo hasta prolongados, en que la Sede se encuentre vacante. Esta cuestión es de vital importancia en la actualidad ya que los postconciliares aducen ante los católicos que consideramos que la Santa Sede está actualmente vacante debido a la herejía de los Papas del Vaticano II, un axioma que dice: «La Santa Sede por nadie puede ser juzgada», pero omiten el resto de la frase que dice: «... a menos que sea cogida en desviación de la fe». Esta es la doctrina de Santos, Doctores y Papas, recogida en los más antiguos cánones de la Iglesia.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Los Papas mismos han hablado sobre la posibilidad de la herejía de un Papa y por consiguiente, de la vacancia de la Sede, además de la obligación de resistirlos. El documento más antiguo en el cual un Papa habla nada menos a un Concilio de la posibilidad de la herejía de un Papa es el de Adriano II dirigido al VI Concilio Ecuménico III de Constantinopla (años 678-681); en él, invocado a propósito de Honorio (un Papa declarado por el Concilio excomulgado después de muerto) el derecho de los fieles a resistir al Papa hereje dice: «todos deben resistir a la herejía y combatirla, aun si viene del Papa... dijo, que si se considera la Iglesia Romana como encarnada en su cabeza, es decir en el Pontífice, es cierto que puede errar aun en las cosas que se refieren a la fe, afirmando la herejía por su determinación o por algún decreto».
Por su parte el Papa Inocencio IV, dice en su sermón «En consagración del Pontífice Romano», Patrología latina CCXVII, col. 653: «Puede el Pontífice ser juzgado por los hombres, o mejor dicho, dado a conocer si cayere en la herejía, porque el que no cree ya está juzgado». Afirma él mismo: «si por mis pecados propios -o sea,personales-, en cuanto a simple hombre no puede juzgarme la Iglesia, en cambio puede hacerlo si fallare en lo que respecta a la fe». Santo Tomás recoge esta doctrina cuando escribe: «Hay que saber que cuando hay un peligro inminente para la fe deben los prelados ser argüidos, aun públicamente, por sus súbditos. Por esto Pablo que era súbdito de Pedro, por el peligro inminente de un escándalo contra la fe, arguyó contra Pedro, y dio ejemplo a los que gobiernan, para que si alguna vez abandonaran el camino recto no lleven a mal ni crean que es contra su dignidad, el que sus inferiores les hicieran esta corrección» (Santo Tomás de Aquino, Comentario a la Epístola a los Gálatas II, VIII).
También el Doctor de la Iglesia San Roberto Belarmino, siguiendo esta doctrina, afirma: «El Romano Pontífice, si cayere en herejía notoria y públicamente divulgada, por el mismo hecho, y aun antes de cualquier sentencia declaratoria de la Iglesia, queda privado de su potestad de jurisdicción» (San Roberto Belarmino, Del Romano Pontífice 1, 2, cap. 30).
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Mas existe un documento que puede ser considerado fundamental en la cuestión que nos ocupa, se trata de una Bula Papal. La Bula es uno de los más solemnes documentos públicos emanados de Romanos Pontífices, que tiene una forma externa fija y un contenido vario según el fin pretendido por el Papa. El contenido puede ser dogmático o disciplinar. Ejemplo de bula dogmática, la bula «Quo Primum» del Papa S. S. Pío V, por la que entrega a la Iglesia el Misal Romano restituido en el Concilio de Trento; en ella el Papa habla infaliblemente. La Bula fundamental de la que hablamos en referencia a la posible vacancia de la Santa Sede es la titulada «Cum ex - apostolatus officio» del Papa Paulo IV. En ésta el Pontífice confirma el acuerdo tenido con todos los cardenales en lo referente a asegurar la defensa de la Iglesia en el caso de un Papa hereje.
Reproducimos: «Considerando la gravedad particular de esta situación y sus peligros. Al punto que el Romano Pontífice en la tierra es Vicario de Dios y Nuestro Señor y que ha recibido una plena potestad sobre pueblos y reinos, y a todos juzga y no puede ser juzgado por nadie en este mundo, si fuese sorprendido en una desviación de la fe, podría ser acusado; y dado que donde surge un peligro mayor, ahí es preciso resolver con mayor diligencia, para que los falsos profetas y otros personajes que detentan jurisdicciones seculares no tiendan lamentables lazos a las almas simples, y arrastren consigo hasta la perdición y la muerte eterna a pueblos innumerables, sometidos a su gobierno en las cosas espirituales; y para que no acontezca algún día, que nosotros veamos en el lugar Santo la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel... con el deseo de rechazar los lobos lejos del rebaño, no sea que parezcamos perros mudos que no puedan ladrar, declaramos que si en algún tiempo cualquiera... un Romano Pontífice, se hubiese desviado de la fe católica, hubiese caído en herejía, o incurrido en cismas, o los hubiese suscitado o cometido, la promoción o la asunción, incluso si ésta hubiese ocurrido en acuerdo y unanimidad de todos los Cardenales, es nula, írrita, y sin efecto; de ningún modo puede considerarse que tal asunción haya adquirido validez, por aceptación del cargo y su consagración..., o por la misma entronización como Romano Pontífice o por su adoración, ni por la obediencia que todos le han prestado, cualquiera que sea el tiempo transcurrido, después de los supuestos antedichos. Tal asunción no será tenida por legítima en ninguna de sus partes, y no será posible considerar que sea otorgado o se otorgue ninguna facultad de administrar en las cosas temporales o espirituales a los así promovidos en tales circunstancias, en función de Romano Pontífice, sino por el contrario, todos sus hechos, actos y resoluciones, carecen de fuerza y no otorgan ninguna validez, ningún derecho a los que así hubiesen sido promovidos; por esa misma razón y sin necesidad de hacer ninguna declaración ulterior, están privados de toda dignidad, lugar, honor, título, autoridad, función y poder». Y menciona el Papa que su declaración abarca «a los que en el futuro fuesen así promovidos», previniendo a la Iglesia acerca de la posible situación de un Papa hereje. Manifiesta además que «en tanto los fieles católicos están obligados a resistir al Papa herético pudiendo sustraerse en cualquier momento impunemente a su obediencia... permaneciendo unidos en la obligación de prestar estricta obediencia a los futuros jerarcas y Romano Pontífice, que sea canónicamente electo».
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Como vemos, en esta Bula el Papa Paulo IV confirma lo que es Derecho Canónicamente en la Iglesia:
1. Que es posible que la Santa Sede pueda estar vacante alguna vez por las circunstancias antedichas,
2. Que es necesario que para que un individuo funja como Papa tenga la fe católicamente necesaria para tener legítima jurisdicción en la Iglesia,
3. Que en caso de descubrirse que un sujeto que ocupa la Sede Apostólica enseña una herejía o provoca un cisma los fieles tienen la obligación de resistirle,
4. Que existe en este caso la solución de buscar la elección canónica de un verdadero Papa.
Los de la Iglesia conciliar -o del Vaticano II- alegan que esta Bula es obsoleta, o sea que no tiene ya validez o que ha sido abrogada. Lo cierto es que no ha sido abrogada por ningún Papa, y que, si ciertamente no se trata de una bula dogmática ya que en ella no se define ningún dogma, las cuestiones que trata tienen un valor perenne pues se encaminan a defender todos los dogmas de la fe, y a la institución divina de la Iglesia contra el gravísimo peligro que puede darse de existir un sujeto hereje usurpador de la Sede Romana, ya sea inválidamente electo por herejía anterior o bien caído en herejía, tal como hemos visto.
Insistencia sobre el nexo Fe y Jurisdicción.
Es preciso insistir en la cuestión del nexo ineludible que debe existir entre la fe y la jurisdicción; o sea, que la jurisdicción del Romano Pontífice exige que el Papa tenga la fe católica, ya que el actual problema de la Iglesia es un problema de autoridad; no puede tener autoridad Maestro Supremo de la fe el que no tiene la fe, y esto es de lógica elemental aun en el mundo profano o no católico. Valgámonos de ejemplos comunes y simples: los gobernadores de un pueblo no eligen a su gobernante, ni los indígenas a su chamán, ni los musulmanes a su imán, ni los judíos a su rabino, ni les conceden autoridad si éstos no representan sus propias convicciones. ¿Cómo podría aceptar la Iglesia como su cabeza -y en este caso, por sucesión de origen divino- a uno que no tenga ni represente la fe de la Iglesia? El desconocimiento del nexo fe-jurisdicción durante los cuarenta años posteriores al Vaticano II es lo que ha vuelto a la Iglesia Católica irreconocible ante el mundo, reduciendo a una condición de diáspora del clero y de los fieles resistentes a la destrucción ocasionada por los «pseudopapas» de dicho Concilio.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Ahora bien, en la presente situación de la Iglesia, cuando sigue vigente en el Derecho Canónico la excomunión, sea cual sea la Sede, a propósito de cisma o de herejía según el Canon 188 que dice: «Quedan vacantes todas las Sedes si el clérigo apostata públicamente de la fe, en los delitos contra la fe están incluidos la herejía y el cisma» (2314). La insistencia en esta cuestión es redundante.
El Clero y los fieles católicos podemos reconocer la herejía de un Papa
Decimos «Papa» en cuanto a identificar de algún modo al sujeto que ocupa la Sede de Pedro en razón de referencia; como llama la historia a los Papas en general. Mucho se alega hoy, como una argucia para defender a los "Papas" del Vaticano II contra quienes denunciamos y no aceptamos sus herejías, que en particular los fieles no tenemos derecho a juzgar lo que viene de parte de lo que muchos suponen que es una legítima autoridad. Pero que los fieles somos capaces de reconocer de aquello que se nos impone como recto o contrario a la fe, está consignado en el mismo derecho canónico (2316) que dice: «Es sospechoso de herejía todo aquel que ayuda espontáneamente y a sabiendas de cualquier modo a la propagación de la herejía».
Si los católicos no fuéramos capaces de discernir dónde se encuentra la herejía, no tendría razón de ser esta ley, pues no puede ser sospechoso de nada el incapaz de conocer las que serían razones de sospechas. Es doctrina de la Iglesia que todos los bautizados católicos tenemos lo que se llama por gracia divina el sentido de la fe que nos permite discernir cuando algo atenta a nuestra misma fe. Además, poseemos los dones del Espíritu Santo que actúan al respecto, como los del entendimiento y sabiduría, que ayudan a conocer las cosas de Dios. El sentido de la fe de los fieles no es un sentido como el que puede ser el de los electores o jueces del mundo, sino que tiene un origen divino por la gracia de nuestro bautismo.
Ante la evidencia del intento de la destrucción de la Iglesia y de la imposición de la herejía por parte de Papas heréticos, los fieles podemos, pues, juzgar; pero es necesario aclarar que no con el derecho oficial de la autoridad de la Iglesia a la que corresponde el juicio definitivo, en este caso sería a posteriori, como ha habido casos en la historia, como en el caso del Papa Honorio I, declarado excomulgado después de muerto en el VI Concilio III de Constantinopla (678-681). Es sobre el clero y los fieles que resisten en la Iglesia en estado de diáspora en quienes recae la enorme responsabilidad de la supervivencia de la Iglesia Católica, pues si bien la institución de origen divino no puede tener fin, como confiado a los hombres -que no a los ángeles- han sido los hombres y aun mujeres de todos los tiempos (versus Santa Catalina de Siena) a quienes ha confiado el Señor guardar y trabajar por defender el Sagrado depósito de la fe en medio de las tinieblas de muchas épocas. *
Si actualmente los católicos, ante tantas evidencias como existen de pretendida destrucción de la Iglesia, no fuéramos capaces de reconocer y señalar a los herejes que comprobadamente realizan esta destrucción, y no consideramos un deber resistirles, habría que afirmar que, teniendo conocimiento de todo el mal, tendríamos al contrario el deber de aceptarlo y colaborar con los herejes, esto perpetuamente, colocándonos voluntariamente bajo la misma pena de excomunión en la que se encuentran los detractores de la fe.
(*Nota de Javier: ¡BRAVO, Señorita Riestra! ¡¡BRAVO!! Una afirmación muy cierta y brillante, digna de su gran amigo y maestro el Rev. Padre Joaquín Sáenz y Arriaga. Los últimos católicos estamos llamados a resistir firmes hasta el fin, manteniendo intacto el Depósito de la Fe. ¡Qué enorme pena y tristeza que usted haya sido ahora embaucada y absorbida por la sacrílega línea Thuc! ¡Salga de ahí antes de que sea demasiado tarde, Doña Gloria! A sus 90 años tan bien llevados, usted merece un final más noble y heroico. Infelices "sacerdotes" y "obispos" thuquistas, ¡saquen sus sucias manos de ahí y dejen en paz a la Señorita Riestra!)
A CONTINUACIÓN... La apostasía de la "iglesia del Vaticano II" es reconocible
"(...) Es sobre el clero y los fieles que resisten en la Iglesia en estado de diáspora en quienes recae la enorme responsabilidad de la supervivencia de la Iglesia Católica, pues si bien la institución de origen divino no puede tener fin, como confiado a los hombres -que no a los ángeles- han sido los hombres y aun mujeres de todos los tiempos (versus Santa Catalina de Siena) a quienes ha confiado el Señor guardar y trabajar por defender el Sagrado depósito de la fe en medio de las tinieblas de muchas épocas".
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
La apostasía de la "iglesia del Vaticano II" es reconocible
La apostasía de la Iglesia conciliar o del Vaticano II no es una conjetura; apostasía, o sea, la negación total de la fe. A estas alturas no se precisa minuciosos estudios para afirmarlo. Si un profano que desee conocer la situación católica al presente se le da a estudiar la doctrina anterior al Vaticano II y la doctrina surgida de este último, fácilmente encontrará que se trata de doctrinas opuestas entre sí: de dos Iglesias como enfrentadas, y no sólo eso, sino que se sorprenderá ante el contrasentido que significa que desde la más alta Sede del Magisterio de la Iglesia Católica y en su nombre, se esté estableciendo una nueva Iglesia contraria a la misma.
Esto es lo que ha llamado el mundo «autodestrucción» de la Iglesia. Ciertamente ha sido negada toda la doctrina, destruidos el culto litúrgico y la disciplina, devastadas las instituciones y arrasado lo más posible cualquier vestigio de lo sagrado, lo que identificaría a la Iglesia Católica ante el mundo como Institución visible, de tal manera que ha bastado una generación para que los católicos nacidos en la nueva Iglesia no tengan manera de conocer lo que es la antigua.
Para conocer la herejía enseñada desde la usurpación no es necesario profundizar en la abundante literatura surgida del Vaticano II, donde se observa su evolución. Existe una herejía fundamental traducida en doctrina, leyes y disciplinas que rigen hoy la vida de la Iglesia conciliar. Se trata de una apostasía total, en cuanto a negación de la fe. Esta es la doctrina de la salvación universal incondicional: Esta herejía está implícita en documentos del Vaticano II, fuente de toda la revolución. Podemos afirmar que ésta ha motivado todas las reformas y es el origen del ecumenismo y la sinarquía de las religiones predicada e impuesta por los Papas conciliares. Pero como hemos dicho antes, no hay que ir muy lejos para descubrir la apostasía evidente. Ha sido Juan Pablo II quien se ha encargado de resumir para "su Iglesia" en pocas palabras la herejía arriba mencionada, con un cinismo propio de quien se sabe dueño de la situación por no haber hallado oposición a sus herejías, ni a las de sus antecesores.
Su predicación sobre la «salvación universal incondicional» ha tenido ya lugar bajo la forma de una encíclica, documento oficial del Magisterio de la Iglesia Católica. Tal es la titulada «Redemptor Hominis» (El Redentor del Hombre) Actas Apostolicae Sedis 1979, págs. 283 y sigs., dirigida a la Iglesia nada menos que como inicio de su "pontificado". He aquí lo que textualmente dice: «Se trata pues aquí del hombre en toda su verdad, en sus plenas dimensiones. No se trata del hombre "abstracto" sino real, del hombre "concreto", "histórico". Se trata de cada hombre, porque cada uno ha sido incluido en el Misterio de la Redención, y Jesucristo está unido a cada uno para siempre a través de ese Misterio. Todo hombre viene al mundo siendo concebido en el seno materno y naciendo de su madre, y - precisamente a causa del Misterio de la Redención- él es confiado a la solicitud de la Iglesia. Esta solicitud se extiende al hombre completo y está centrada sobre él de manera singular. El objeto de esta singular atención es el hombre en su realidad humana única e imposible de repetir, en la cual viven intactas la imagen y semejanza de Dios mismo (Gen. 1, 27). Es esto lo que señala el Concilio Vaticano II cuando hablando de esta semejanza recuerda que "el hombre es la única criatura sobre la tierra que Dios ha querido por sí misma" (Gaudium et Spes, No. 24). El hombre, tal como querido por Dios, elegido por Él, llamado, destinado a la Gracia y a la salvación, es el hombre en toda la plenitud del misterio en el que llega a participar por Jesucristo, y del cual llega a participar cada uno de los cuatro millones de hombres que viven sobre nuestro planeta, desde el instante de su concepción cerca del corazón de su madre». La herejía es tan explícita que parece no habría necesidad de comentario.
CONTINUARÁ...
"Ciertamente ha sido negada toda la doctrina, destruidos el culto litúrgico y la disciplina, devastadas las instituciones y arrasado lo más posible cualquier vestigio de lo sagrado, lo que identificaría a la Iglesia Católica ante el mundo como Institución visible, de tal manera que ha bastado una generación para que los católicos nacidos en la nueva Iglesia no tengan manera de conocer lo que es la antigua. (...) Ha sido Juan Pablo II quien se ha encargado de resumir para "su Iglesia" en pocas palabras la herejía de la salvación universal incondicional, con un cinismo propio de quien se sabe dueño de la situación por no haber hallado oposición a sus herejías, ni a las de sus antecesores".
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Pero extraigamos las conclusiones de Juan Pablo II, resumiendo:
1. Que cada hombre concreto desde el vientre de su madre, ha sido incluido en el Misterio de la Redención, por lo cual Jesucristo está unido a cada hombre para siempre a través de este misterio...
2. Que cada hombre goza de toda la plenitud del Misterio de la Gracia y la salvación por Jesucristo, y que de esta salvación participan cada uno de los cuatro mil millones de hombres existentes, desde el instante de su concepción en el seno materno. Aquí cabría decir con las palabras de Cristo: «El que quiera entender que entienda». Aquí está negada la totalidad de la revelación, en particular el Evangelio, contradicho el Evangelio de la Iglesia en cuanto al Dogma de la Redención. Aquí expresa claramente Juan Pablo II que no es necesario ni siquiera creer en Dios para alcanzar la salvación que consiste en la vida eterna con Dios. Ni qué decir que aquí la Iglesia resulta obsoleta, y que se echa abajo todo deber moral y toda ley divina y humana. De cualquier manera, da a entender, que desde Adán hasta el último de los hombres ha sido redimido sin condición. Esto es la apostasía. No es posible entender cómo después de esta afirmación de incondicionalidad para la salvación eterna, afirmada como doctrina básica para iniciar su pontificado, pueda hablar Juan Pablo II acerca de la Iglesia. Pero bien, él habla -cuando lo hace de una Iglesia entendida a la manera del Vaticano II, donde es posible alcanzar la perfecta liberación y la iluminación perfecta con auxilio divino- en el hinduismo. La Iglesia suya consiste en la comunidad tipo masónico que Paulo VI llama palingenesia de la humanidad: «La Iglesia no es otra cosa que la construcción de esta unidad de la familia humana» (L'Osservatore Romano, 18 de mayo de 1975 Audiencia General). Aquí podemos entender la sinarquía de la religión con la Iglesia Católica como una secta esotérica más.
Hay que insistir en el hecho de que esta teoría de Juan Pablo II no constituía ninguna novedad en la Iglesia antes de su elección. Había sido conocida y aceptada y traducida en disposiciones de reformas de todas clases. Juan Pablo II ya anteriormente como "Cardenal" hacía gala de ser expositor de esta herejía exponiéndola en distintas ocasiones. Un ejemplo significativo lo constituye lo manifestado por él durante unos ejercicios espirituales a que fue invitado por Paulo VI a dar a la Curia Vaticana. Los sermones ahí pronunciados fueron publicados posteriormente en un libro de Juan Pablo II titulado «Signo de Contradicción», que ha recorrido el mundo, traducido a numerosas lenguas y tenido como alimento espiritual para los ingenuos o los cómplices. Así dice en este expresivo párrafo: «Al redimir al hombre con su sacrificio Jesucristo lo hizo "todo nuevo": Este es por así decirlo concebido de nuevo, entran en la trayectoria nueva del designio de Dios, que el Padre preparó en la verdad de la palabra y en el don del amor. Este es el punto en que la historia del hombre comienza de nuevo, independientemente, si así podemos hablar, de los condicionamientos humanos. Este punto pertenece al orden Divino, al modo Divino de ver al hombre y al mundo. Las categorías humanas del tiempo y del espacio son casi absolutamente secundarias. Todos los hombres, desde el principio del mundo hasta el final, han sido redimidos y justificados por Cristo y por su Cruz» (Signo de contradicción, pág. 4). Aquí hay que hacer notar cómo Juan Pablo II emplea la Cruz, reafirmando la salvación mediante la negación de la Cruz (¿no es ésta una bárbara y diabólica «teología»?). Porque según esta enseñanza no es necesaria la aceptación de la Cruz para ser salvado mediante la Cruz, lo cual podemos encontrar explícito en otra obra titulada «Cruzando el umbral de la esperanza» de Juan Pablo II, otro vehículo de la misma herejía cuando dice: "Todo hombre que busque la salvación, aun el no cristiano, debe detenerse ante la Cruz de Cristo. ¿Aceptará la verdad del Misterio Pascual o no? ¿Creerá? Esto ya es otra cuestión. Este misterio de salvación es un hecho ya consumado (la frase aparece subrayada en la obra). Dios ha abrazado a todos con la Cruz y la Resurrección de su Hijo. Dios abraza a todos con la vida que ha revelado en la Cruz y en la Resurrección, y que se inicia siempre de nuevo por ella. El Misterio está ya injertado en la historia de la humanidad, en la historia de cada hombre, como queda significado en la alegoría de la «Vid y los sarmientos» recogida por Juan (Cf. Juan XV, 1, 8 )" (Signo de contradicción, pág. 88). Según eso, después de la muerte todo hombre puede ser abrazado por Cristo, después de haber negado su Cruz.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Para quien desee una prueba más, he aquí este párrafo tomado de los sermones dirigidos a la Curia de Pablo VI: «Todo hombre moribundo lleva en sí el Misterio de la vida que Cristo ha traído e injertado en la humanidad. Toda muerte humana sin excepción tiene esa dimensión, aunque el moribundo, o quienes lo rodean, puedan no ser conscientes de tal realidad. Esto no se desprende de la conciencia del hombre, sino del designio de la Revelación de Dios. Como todos los hombres han sido santificados en Cristo Jesús (Cf. Corintios 1, 2, 3) así también el significado de su muerte consiste en prolongar esta vida en Cristo» (Meditaciones pág. 206).
«Existe un vínculo con el Dios vivo, vínculo indisoluble y que se ha realizado con toda persona y con todo el género humano a través de la muerte liberadora de Cristo y de su resurrección» (Signo de Contradicción, Meditaciones pág. 120). Así, según la teología o doctrina esotérica surgida del Vaticano II, que encuentra su máximo expositor en Juan Pablo II, el Cosmos entero ha sido restituido a Dios por medio de Jesucristo: «Jesucristo es el nuevo comienzo de todo; todo en Él converge, es acogido y restituido al Creador de quien procede... si por una parte Dios en Cristo habla de Sí a la humanidad, por otra, en el mismo Cristo la humanidad entera y toda la creación hablan de sí a Dios; es más, se donan a Dios. Todo retorna de este modo a su principio; Jesucristo es la recopilación de todo» (ídem pág. 92).
Que se trata de una doctrina esotérica oriental lo expresa el mismo Juan Pablo II claramente cuando dice: «Si el mundo no es católico desde el punto de vista confesional, ciertamente está profundamente penetrado por el Evangelio. Se puede incluso decir que está presente en cierto modo en Él de manera invisible el misterio de la Iglesia, cuerpo místico de Cristo... la verdad según la cual el hombre es llamado a hacer todo en función del fin último de su vida, la salvación, y la divinización, tiene su expresión en la tradición oriental bajo la forma del llamado sinergismo. El hombre "crea con Dios el mundo"... La obra de la redención es la obra de la elevación de la creación a un nuevo nivel. Todo lo que ha sido creado queda penetrado por una santificación redentora, más aún, por una divinización. Queda como atraído por la órbita de la divinidad; de la vida íntima de Dios» (Cruzando el umbral de la esperanza, pág. 125, 194, 142).
Ahora bien, hay que explicar someramente cuál es el origen de esta negación total de la doctrina de la Iglesia Católica suplantada por doctrinas esotéricas orientalistas, que el mismo Juan Pablo II expresa que lo son. Ciertamente la revolución doctrinal tendiente a la destrucción de la Iglesia ha tenido muchos incitadores a lo largo de los tiempos, pero a fines del siglo XIX (1881) nació el mayor de todos en cuyo pensamiento se inspira el Vaticano II; el que fuera jesuita Pierre Teilhard de Chardin científico evolucionista que metido a teólogo, y como discípulo de una secta esotérica fue el creador de extrañas teorías, que hizo circular en el seno de la Iglesia, encontrando expositores y comentaristas que influyeron en generaciones de clérigos, todo ello impulsado por la infiltración judeo-masónica que había venido teniendo lugar en la Iglesia a partir de la Revolución Francesa.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Las teorías fundamentales de Teilhard de Chardin que encontramos en la doctrina del Vaticano II y de los Papas Conciliares son:
Un concepto de «unión creadora» que hace la creación casi necesaria para Dios; un concepto de las relaciones entre el Cosmos y Dios por lo cual la evolución del Cosmos transforma a Dios mismo. La admisión de una tercera naturaleza en Cristo, no humana ni divina sino «cósmica»; la presentación de Cristo como la culminación natural cósmica. Theilhard afirma que no hay creación sin encarnación del Verbo, ni encarnación sin redención; de lo que deriva «La encarnación por sí misma redentora». De ahí todo aquello de la «palingenesia» de la humanidad, de que habla Paulo VI; «el Cristo que está en todo hombre» del Vaticano II; «el hombre que crea con Dios el mundo» o sinergismos de Juan Pablo II (Signo de contradicción, pág. 16).
Entre las obras más significativas de Teilhard se encuentran "La Energía humana", "El porvenir del hombre", "El medio divino" y "El fenómeno humano". Durante su vida recibió en distintas ocasiones, tanto de la Santa Sede como de sus superiores jesuitas, sanciones y prohibiciones de publicar sus obras y ejercer la docencia, y después de su muerte en 1957, el Santo Oficio ordenó retirar de bibliotecas, seminarios e institutos religiosos, así como de las librerías católicas todas las obras de Teilhard. Pese a todas estas sanciones y medidas contra sus herejías, las teorías de Teilhard invadieron los ámbitos de la Iglesia infestando a los teólogos, teniendo una multitud de comentaristas a favor de sus obras que difundieron sus ideas por todo el mundo, de modo que los peritos del Vaticano II pudieron proponer sus tesis a través de los Decretos del Concilio.
Prueba de cómo el pensamiento de Teilhard había infestado al clero desde principios del siglo, es la manera como los Papas del Vaticano II se han mostrado inmersos en sus herejías. La intención manifiesta de Teilhard fue, como él decía, la «de cambiar la fe», y cambiando la fe, cambiar la Iglesia de la cual decía que se revitalizaría, para aceptar que el cristianismo no era otra cosa que una región del pensamiento humano y la Iglesia misma no más que una forma de la manifestación de un estado evolutivo del amor. Estas no son sino unas cuantas de las ideas heréticas contenidas en la llamada «Cristogénesis».
¿Cómo pudo suceder esto en el seno de la misma Iglesia? Para entenderlo habría que repasar la historia retrocediendo cuatrocientos años atrás, como hemos anotado, a la conspiración masónica desarrollada a partir de la Revolución Francesa en particular, abordando la inmensa cantidad de literatura en la que miembros de la masonería, lo mismo clérigos que profanos, fueron pronosticando, según ellos, el fin de la Iglesia Católica Romana hacia el año dos mil; el Abate Roca, los documentos de la Alta Venta, el jesuita Malachi Martin, y así sucesivamente hasta el día de hoy.
Los frutos de la doctrina del Vaticano II.
Conociendo estas teorías podemos explicarnos en qué consiste lo que llaman «el espíritu del Vaticano II». Este espíritu es el que inspira todos los cambios doctrinales, litúrgicos y disciplinares en la Iglesia conciliar, hoy apoderada de las más altas Sedes y de todas las instituciones. Aquí no es el propósito de tratar exhaustivamente estos cambios, tema al cual se han dedicado ya numerosísimos estudios por parte de teólogos católicos. Pero podemos insistir en la cuestión de la «salvación universal incondicional» que es la herejía fundamental de la Iglesia Conciliar, siendo oportuno al respecto recordar la doctrina católica sobre la justificación obtenida por medio de Cristo; dos Cánones Dogmáticos del Concilio de Trento son aplicables: «Si alguno dijere que la fe justificante no es otra cosa que la confianza de la Divina misericordia que perdona los pecados por causa de Cristo, o que esa confianza es lo único con lo que nos justifican sin la justicia de Cristo, por la que nos mereció justificarnos, o que por ella misma los hombres son formalmente justos, sea anatema» (Cánones sobre la justificación, 12 y 10 Concilio de Trento).
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
El Vaticano II, fundamento de la gran sinarquía de las religiones, la salvación
incondicional en la base
Se puede afirmar que todo el Vaticano II está orientado, bajo la premisa de la
salvación universal incondicional, hada la sinarquía religiosa, o unión de todas las
religiones en una gran fraternidad de la cual forma ya parte la Iglesia del postconcilio.
Sin necesidad de citar exhaustivamente los puntos doctrinales en que
se puede fundamentar esta afirmación, ya que como dice Cristo:
"Por sus frutos los conoceréis", a estas alturas, con tantas evidencias,
es fácil deducir que la intención del susodicho concilio era promover esta sinarquía,
hundiendo a la Iglesia Católica indistintamente, en la marejada de las religiones paganas
y de las sectas protestantes.
El ecumenismo como primera vía hacia el sincretismo religioso
El ecumenismo del Vaticano II fue la primera vía para promover la sinarquía
religiosa. El ecumenismo protestante consiste en un movimiento para procurar la
unificación de todas las Iglesias bajo una confederación pancristiana. Este
ecumenismo excluye a la Iglesia Católica concretándose a procurar la unión entre
las diversas ramas del protestantismo. Pero el ecumenismo de la Iglesia conciliar del
Vaticano II consiste en la unificación de la Iglesia Católica con las iglesias
protestantes considerada como una más entre ellas, sin ninguna diferenciación.
El movimiento se inicia en el Decreto sobre ecumenismo del Vaticano II y culmina
en la actualidad con una conclusión inaudita: la iglesia conciliar ecumenista
ha conseguido abatir el nombre mismo de la Iglesia Católica y nada más diabólico que
este triunfo.
Hoy podemos leer y escuchar cómo la Iglesia es llamada por el clero católico
«iglesia cristiana católica» a la cual pertenecen los «cristianos católicos». Los
términos los encontramos constantemente expresados en escritos, prédicas, y toda
clase de enseñanzas, mansamente aceptados por los católicos que en obediencia
ciega y por ignorancia no se han dado cuenta de la enormidad de la herejía a que
han sido conducidos. Las notas distintivas de la Iglesia Católica señaladas en el
Concilio Niceno Constantinopolitano (año 553-555) contenidas en el símbolo de los
apóstoles, definen a la única Iglesia de Cristo como distinta de las sectas ya desde
aquel entonces con el título de «Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia», tal como
ha sido reconocida en el mundo a través de los siglos. Menos mal que la Iglesia
espuria del Vaticano II ha renunciado ella misma a ostentar el título definitorio,
designándose como una más entre las iglesias cristianas. ¡Los católicos que han
quedado atrapados en la red de la «Iglesia Cristiana Católica» ni siquiera saben que
ya son protestantes! Pero se ha cumplido la consigna del Vaticano II «de dar a la
Iglesia una definición más exhaustiva».
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
El Vaticano II sentó bases expresas para iniciar el proceso comenzando por decretar la nueva traducción de la Sagrada Escritura de las lenguas originales, en contra de lo decretado en el Concilio de Trento con intención de preservar la integridad de la fe en un solo sentido y una misma sentencia: Que se conservase en la Iglesia la traducción latina de la Biblia llamada Vulgata (hecha por San Jerónimo en el año 420) y que de este texto se hicieran estrictamente en lo futuro las traducciones a las lenguas vernáculas. Este decreto fue dado a causa de la libre interpretación de los protestantes, que basaban sus errores en falsas traducciones, afectando con ello entre otras doctrinas al rito del Santo Sacrificio de la Misa, a cuya destrucción apunta ahora ciertamente el ecumenismo postconciliar. El Concilio de Trento había definido la autenticidad, su inmunidad de todo error en materia de fe y de moral como fuente divina de la Revelación.
Siguiendo un decreto válido para todos los tiempos, la Iglesia siempre prescribió en la enseñanza, en la predicación, y en la liturgia que las traducciones fueran hechas de la Vulgata. El Vaticano II derrumbó el monumento seguro de exposición y defensa de la fe que constituía la Vulgata latina, prescribiendo nuevas traducciones de las lenguas originales que distan mucho de la traducción de la Vulgata. Pero hizo aún más para consumar la destrucción: en la constitución «Dei Verbum» prescribe que se redacten traducciones de la Biblia con la colaboración de los «hermanos separados», o sea, los protestantes, traducciones que dice «podrán usarse para todos los cristianos». Esto ha abierto la puerta a una inaudita libertad para la falsificación de los textos y las interpretaciones equívocas. Esto afecta directamente a la libre traducción del texto de la misa nueva, ya que el clero de la nueva iglesia no se contenta con la traducción al vernáculo que le es oficialmente ofrecida sino que realiza variaciones a su antojo en vista de que según en el Vaticano II, cada sacerdote tiene libertad para hacer «adaptaciones» en todos sentidos «según las costumbres locales y modos de hablar de los distintos grupos». Esto explica además que el clero emplee en toda clase de sermones y pláticas sus propias versiones escriturísticas.
A todo esto podemos llamar liberalismo bíblico, que junto con otras desviaciones ha hecho desertar de la Iglesia integrándose al protestantismo a más de 60 millones de católicos, en particular latinoamericanos, que se han ido al protestantismo, a las sectas esotéricas, o han perdido la fe. En la nueva iglesia no existe una unidad de fe; se trata de una iglesia antidogmática que ha derrumbado por sus bases todos los dogmas a través de las falsas traducciones bíblicas, pues como dice el Papa Pío VII en su Encíclica «Magno et Acerbo» hablando sobre las falsas traducciones bíblicas: Estas son capaces de hacer vacilar la misma fe, sobre todo cuando se conoce la verdad de un dogma por razón de una sola sílaba.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
A partir del Vaticano II se ha hecho cada vez más evidente la protestantización de la Iglesia llevada al nivel del «pueblo de Dios»; es fácil constatar cómo las actividades de los cristianos católicos y de los protestantes se confunden a ojos vistas; no basta sino observar y oír los programas televisivos y radiofónicos de unos y otros; el mismo estilo, las mismas expresiones y alabanzas en las prédicas, los mismos ritmos y cantos piadosos, las mismas excentricidades de las llamadas sanaciones e imprecaciones al Espíritu Santo por parte de los mismos pentecostales, danzas, aplausos, gritos y contorsiones, tal como está prescrito para los «cristianos católicos» en el ritual de la celebración Eucarística dentro de los templos.
Existe el trabajo en común de las traducciones bíblicas; el estudio conjunto de católicos y protestantes sobre temas teológicos, cuyos resultados son siempre en detrimento de la fe católica. Está además prescrito el llamado «Ecumenismo Espiritual» que consiste en facilitarse católicos, protestantes y ortodoxos, los lugares de culto para sus celebraciones, rituales y reuniones.
Así, bajo Paulo VI se puso en marcha el plan del Secretariado para la unión de los cristianos bajo la premisa de una fe fundamental del que surgiría un ritual ecuménico de la Misa apropiado para católicos y protestantes, como veremos más adelante.
Paulo VI a su vez se lució ante el mundo realizando actos significativos como: obsequiar un Cáliz -objeto sagrado de la transubstanciación en la Misa Católica-, al luterano Max Thurian que no cree en ella, y observador para la elaboración del nuevo rito; aparecer un domingo en el balcón principal del Palacio del Vaticano junto con el arzobispo anglicano Ramsey poniéndole a éste en el dedo su propio anillo Papal, invitándole a bendecir a la multitud católica; cediendo en Roma el Templo de San Esteban de los Abisinios para la celebración de su rito a un grupo de clérigos anglicanos acompañados de sus esposas, y así por el estilo sus innumerables actividades ecuménicas. Paulo VI hizo saber desde el inicio de su pontificado que era un hecho consumado la protestantización de la Iglesia, a través de su amigo luterano de Baviera; todo el mundo conoció lo sucedido durante el Congreso Eucarístico Internacional de Colombia cuando a dicho Obispo le fue dado a pronunciar, como en foro a nivel mundial, la homilía inicial diciendo estas palabras:
«Yo pertenezco a la iglesia que agradece a Dios por la reforma luterana, y hoy me permito saludar al Congreso Eucarístico de Bogotá; ¿cómo ha sido esto posible? Ante todo agradezco a Dios y al Espíritu Santo, que en estos días ha puesto en movimiento a toda la cristiandad sobre la tierra, y en todo lugar ha hecho resplandecer la verdad tan olvidada de que la cristiandad es una: la «santa, católica, apostólica iglesia», y se descubre así la injusticia de la propia autosuficiencia, en la que nosotros cristianos de todas las confesiones y doctrinas nos hemos encontrado durante tanto tiempo; y añade la nota «que durante el mismo congreso en emotivo acto de fraternidad, se otorgó la Sagrada Comunión a los protestantes que manifestaron su deseo de recibirla». Esto último constituyó un adelanto de lo que Paulo VI haría: abrir las puertas oficialmente a la participación de los protestantes a la comunión eucarística.
A CONTINUACIÓN... Juan Pablo II y la salvación incondicional de Lutero
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Juan Pablo II y la salvación incondicional de Lutero
La primera etapa del proyecto para la protestantización de la Iglesia se llevó acabo bajo el signo «justificación por la sola fe» de Lutero. Juan Pablo II sigue esta postura dentro de su teoría de la salvación incondicional que acaba por afirmar la salvación sin fe. Pero siguiendo a la Iglesia Cristiana Católica (este nuevo título aparece en los documentos del Vaticano II) pone énfasis directo en la reivindicación del mismo Lutero; en vista de nuestro reducido espacio basta citar algunos ejemplos: una inclinación a favorecer en particular la «Iglesia de la Reconciliación» de Taizé, comunidad ecuménica fundada por luteranos a la que elogian en repetidas visitas. En una de ellas llama a la comunidad o iglesia «Agua viva prometida por Cristo» y en otra les impulsa el propósito que les dice serles común: «ayudaréis a todos los que encontréis a ser fieles a su pertenencia eclesial que es el fruto de su educación y de la elección de su conciencia».
Su reivindicación de Lutero es conocida de todo el mundo durante sus visitas a los países de origen del protestantismo, particularmente en Alemania; bastan sólo unas frases; en Frankfurt: «Hoy vengo a vosotros, hacia la herencia espiritual (sic) de Martín Lutero, vengo como un peregrino». En ocasión del quinto centenario del nacimiento de Lutero dirige al cardenal Willebrands una carta donde dice: «se ha revelado de manera convincente el profundo espíritu religioso de Lutero, animado de una pasión ardiente por la búsqueda de la salvación eterna» (así era el espíritu religioso del destructor de la Misa).
Entre otras muchas actividades conocidas a nivel mundial sobresalen: la visita a un templo protestante para una ceremonia con motivo del mencionado aniversario, donde el ritual comienza con la lectura de una oración compuesta por Lutero; visita a la Catedral de Westminster en la que manifiesta «va al servicio de la humildad en el amor humilde y realista del pecador arrepentido»; visita la catedral anglicana de Canterbury donde declara: «Yo también estoy dispuesto a lamentar esta larga separación entre los cristianos... a dar gracias al Señor por la inspiración del Espíritu Santo que nos llena de un deseo ardiente de superar nuestras divisiones y aspirar a un testimonio común de Nuestro Señor y Salvador». Es evidente que la doctrina del Vaticano II seguida por los Papas conciliares pretende, no el retorno de los protestantes a la Iglesia, sino la realización del pancristianismo protestante con la Iglesia Católica incluida. Es así como es posible que Juan Pablo II enseñe a través de sus obras escritas dirigidas al gran público que: "la Iglesia se alegra cuando otros cristianos anuncian con ella el Evangelio" (Cruzando el Umbral de la Esperanza).
Puede decirse que la protestantización es la primera humillación de la Iglesia.Ésta ha tenido lugar según el espíritu del Vaticano II, espíritu que puede decirse resume el padre Yves Congar, uno de los expertos consejeros del Vaticano II que colaboró en la elaboración de los documentos. Así declaró al diario francés Le Monde: «Lutero es uno de los más grandes genios religiosos de toda la historia, a este respecto le pongo en el mismo plano que San Agustín, Santo Tomás de Aquino o Pascal, y en cierto modo mayor que ellos». Congar es autor de numerosas obras ampliamente difundidas a nivel mundial.
A continuación... Origen de la Iglesia Universal Sinárquica del Vaticano II
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Origen de la Iglesia Universal Sinárquica del Vaticano II
A la protestantización de la Iglesia creada en el Vaticano II sigue el plan de la sinarquía de las religiones, que concuerda abiertamente con el proyecto de la Masonería. Ésta había anunciado desde principios del siglo XVIII el establecimiento de una religión que las englobaría a todas en una Iglesia Universal Sinárquica. Esta sinarquía tendría una finalidad precisa: la de la creación de un Nuevo Orden Mundial bajo un gobierno mundial; esto no podría tener lugar sin el abatimiento de las fronteras religiosas, principal obstáculo para la unificación del mundo en una que llama Juan Pablo II (aldea global). Como el hombre tiene por naturaleza un espíritu religioso, lo que había que conseguir era la abolición de los dogmatismos, bajo la premisa de una «fe fundamental en un Dios único». La gran barrera la había constituido la Iglesia Católica, a la que había que hacer no sólo renunciar a su autoridad dogmática, sino convertirla, dada su poderosa influencia en el mundo, en el puntal final del movimiento.
He aquí cómo describe el plan sinárquico el masón de la secta Martinista Saint Yves D'Alvedrey en su obra, Misión de los soberanos; la unión de las religiones se realizaría en este orden:
1. La Iglesia Evangélica -o Católica- con sus autoridades, episcopado, Papa, Concilio.
2. La Iglesia Mosaica con la Torah y su autoridad el Gaon de Jerusalén.
3. La Iglesia de los Vedas -o sea el hinduismo con sus ramas- y su autoridad y la Logia Agartha.
Añade que el protestantismo de Lutero con el islam de Mahoma y el budismo, son las tres ramas de este triple tronco de la Iglesia Universal.
Este plan data de tiempos anteriores a la Revolución Francesa, centrando la atención en la colocación, a través de la infiltración, de un masón en el Vaticano, o Papa, que presidiría un Concilio que transformaría totalmente a la Iglesia. Si éstas hubieran sido falsedades o simples suposiciones, la Iglesia no hubiera denunciado y condenado abiertamente los proyectos masónicos.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Esta denuncia y condena comienza en 1738 con el Papa Clemente XII y continúa al correr del tiempo bajo seis pontificados hasta llegar S. S. León XIII (1884), quien en su Encíclica «Humanum Genus» habla expresamente de la sinarquía pretendida por la masonería, manifestando estar bien enterado de dicho proyecto al que llama «suprema iniquidad», afirmando que el plan masónico está totalmente comprobado «por indicios manifiestos, por procesos instruidos, por la publicación de sus leyes, ritos y anales, añadiéndose a esto muchas veces las declaraciones mismas de los cómplices». En particular había conocido el Papa los planes de la «Alta Venta» de los Carbonarios de Italia sobre la pretensión del Papa masón.
Evidentemente la realización del antiguo plan sinárquico de hacer aparecer a la Iglesia Católica a la cabeza de la sinarquía ha tenido lugar, y de ello se jactan abiertamente judíos y masones. Las abundantes pruebas que al respecto sería posible reunir, pueden condensarse en lo escrito en los últimos años por el jesuita judío Malachi Martin -discípulo del judío Cardenal Agustín Bea, miembro de la Curia Vaticana-; Malachi resume en pocas palabras el triunfo de la conspiración en su obra, El cónclave final, difundida a nivel mundial, donde escribe:
«El gran acontecimiento ha tenido lugar... mucho antes del año dos mil, no habrá ninguna institución religiosa reconocible como la Iglesia Católica Romana de hoy. Esto estuvo preparándose durante alrededor de cuatrocientos años, y convertirse en una realidad sólo ha tomado cuarenta años» (con seguridad se refiere a los anteriores al Vaticano II).
Tal ha sido el fruto comprobado de la infiltración masónica en la Iglesia. Es preciso recordar que mucho antes que la Revolución Francesa, la Masonería había infiltrado y contaminado al clero con su filosofía, de manera que un buen número de clérigos no opuso resistencia a la revolución o abiertamente colaboró con ella, tal como el clero de hoy en día se conduce respecto a la herejía del Vaticano II.
La infiltración dentro de la Iglesia procedió particularmente a través de la Secta Martinista, el Gran Oriente de Francia, la Gran Logia de Inglaterra, la Secta de los Carbonarios de la Alta Venta de Italia, y la Orden de los Rosacruz, surgiendo de esta última la titulada significativamente «Orden Cabalista de la Rosacruz Católica». Las sectas mencionadas han tenido a su vez ramificaciones extendidas por todo el mundo.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Los tres Papas del Vaticano II no sólo han consumado la labor sinárquica, sino también abogado por lo que es su finalidad última: el establecimiento que hemos mencionado, de un gobierno mundial. Paulo VI y Juan Pablo II lo han hecho abiertamente en sus discursos durante sus viajes a la ONU. Paulo VI abandona significativamente el Concilio para ir a rendir homenaje -según lo expresa abiertamente-a los miembros de la organización, manifestando su adhesión a sus ideales, y es preciso hacer notar entre otras palabras de su discurso éstas sumamente significativas: «Llego a vosotros como el viajero que después de un largo viaje entrega la carta que le ha sido encomendada». Aquí cabe decir «el que quiera entender, que entienda»; Juan Pablo II a su vez realiza dos visitas a la ONU y reitera la necesidad de la creación de una «Autoridad Internacional que actúe en el plano jurídico y social». Aquí se precisa un comentario: ¿por quiénes estaría constituido ese Gobierno Mundial?, ¿quién dictaría las leyes que ese gobierno impondría al mundo entero?, ¿quiénes serían sujetos de delito bajo ese Tribunal Internacional?; esta es la sospechosa «Aldea Global» por la que aboga Juan Pablo II.
Es de hacer notar que las palabras de éste en sus discursos a la ONU corresponden abiertamente al lenguaje esotérico y masónico; abunda en simbolismos de la «piedra angular», «el templo que se construye», y otras cuyo sentido sería prolijo desentrañar, pero que evidencian una ideología común con los sectarios.
Los dos últimos Papas conciliares se han significado por sus frecuentes contactos fraternales con la judeo-masonería y de manera especial Juan Pablo II se ha declarado abiertamente partidario de los ideales de la Revolución Francesa; durante su visita a Francia al dirigir su discurso al Primer Ministro manifestó que el masónico lema «libertad, igualdad, fraternidad» había sido un precioso legado de Francia a la humanidad.
Los testimonios a manifestar de la identificación de los Papas conciliares con los ideales masónicos llenarían libros, pero lo citado es suficientemente significativo.
A CONTINUACIÓN... El documento fundamental del Vaticano a favor de la sinarquía
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
El documento fundamental del Vaticano a favor de la sinarquía
El documento fundamental donde se descubre la trama del sincretismo «cristiano católico» es el titulado «Nostra Aetate», declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas. De este documento puede decirse que constituye la aberración de las aberraciones y la blasfemia de las blasfemias; la negación y repudio de toda la Revelación Cristiana, y por lo mismo, el desprecio público y total de Jesucristo; la consumación de la apostasía de los conciliares y la última humillación de la Iglesia. El documento abunda en sarcasmos y responde muy bien a la nueva definición de la Iglesia que proclama el Vaticano II desde el principio: «Sacramento y signo de la unidad de todo el género humano». La declaración exalta vivamente los valores de las religiones no cristianas expresando inclusive que en ellas hay algo santo, y que se puede a través de ellas alcanzar lo que la Iglesia enseña que sólo se realiza por obra del Espíritu Santo. Puede decirse que en la presentación elogiosa de las religiones paganas se da implícitamente a escoger entre ellas, o siendo posible alcanzar la salvación y la santificación al margen de Jesucristo. Este es el último paso de la herética salvación incondicional que predica Juan Pablo II.
Cabe citar exactamente los párrafos más significativos del documento encaminado a conseguir el sincretismo de las religiones encabezado por la Iglesia, dice así:
«En el hinduismo los hombres investigan el Misterio Divino y lo expresan (o sea que lo conocen por sí mismos) mediante la inagotable profundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición, ya sea mediante las modalidades de la vida ascética, ya sea a través de profunda meditación, ya sea buscando refugio, con amor y confianza en Dios».
«... En el budismo, según sus varias formas, se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado pueden adquirir, ya sea el estado de perfecta liberación, ya sea la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos o apoyados en un auxilio superior».
«...Así también las demás religiones que se encuentran en el mundo se esfuerzan por responder de varias maneras a la inquietud del corazón humano, proponiendo caminos, es decir, doctrinas, normas de vida y ritos sagrados..., la Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes, que adoran al único Dios viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres (o sea que la revelación de Alá a Mahoma es verdadera) a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma, como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia...».
«La Iglesia Católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero; considera con sincero respeto sus modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas, y exhorta a sus hijos a que con prudencia y caridad mediante el diálogo y colaboración con los adeptos de otras religiones..., reconozcan, guarden y promuevan, aquellos bienes espirituales de ellas así como los valores socioculturales que en ellas existen».
Así se presentan en nivel de igualdad la religión Católica y las religiones paganas. De ninguna manera se invita a la conversión de los infieles, y por el contrario se incita a los católicos a respetar e incluso a promover sus errores, dejándoles en la ignorancia de Jesucristo; esto ha constituido la grave disminución de las Misiones, desembocando algunas congregaciones misioneras en una actividad simplemente filantrópica, como la de la Madre Teresa de Calcuta en cuya Casa Principal en la India figura la llamada Rueda Budista, círculo en que aparecen el budismo, el hinduismo, el cristianismo y el islam. La no conversión del mundo, pauta expresada por el Vaticano II, tiene su máxima manifestación en las palabras de Paulo VI en su discurso de apertura de la Segunda Sección del Vaticano II -29 de septiembre de1963-:
«Que lo sepa el mundo: la Iglesia lo mira con profunda comprensión, con sincera admiración y con sincero propósito, no de conquistarlo, sino de servirlo; no de despreciarlo, sino de valorarlo, no de condenarlo, sino de confortarlo y de salvarlo».
A CONTINUACIÓN... El judaismo en la Sinarquía del Vaticano II
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
El judaismo en la Sinarquía del Vaticano II
El Vaticano II pone énfasis en lo que se refiere al judaísmo, haciendo hincapié en «los vínculos con que el pueblo del Nuevo Testamento está espiritualmente unido con la raza de Abraham», y en torno a esto gira todo el escrito abundando en sofismas como los siguientes: «Cristo, nuestra paz, reconcilió a judíos y gentiles y de ambos hizo una sola cosa en Sí mismo»; aquí aparece tergiversado el sentido de la frase del Apóstol San Pablo que en lo que en realidad expresa es la unión en Cristo de judíos y gentiles convertidos a Él.
Instando al mutuo amor entre judíos y cristianos afirma implícitamente que, pues, dice San Juan: «Que el que no ama a todos los hombres no conoce a Dios», el que no ama a los judíos no conoce a Dios. Añade: «Este Sagrado Concilio quiere fomentar y recomendar el mutuo conocimiento y aprecio entre ellos -judíos y cristianos-, que se consigue sobre todo por medio de los estudios bíblicos y teológicos y con el diálogo fraterno»... «El Sagrado Concilio exhorta a que judíos y cristianos procuren sinceramente una mutua comprensión y defiendan y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres». Aquí cabe hacer una observación: no se ve cómo puedan trabajar juntos en la preservación de los bienes morales, la paz, etcétera, quienes tienen opuestos conceptos sobre el bien y una visión distinta a partir del punto de vista religioso.
Después del Vaticano II Paulo VI comienza a dar cumplimiento a lo prescrito sobre eljudaísmo; establece las «relaciones religiosas de la Iglesia con el judaísmo» -como quien dice el abrazo entre Caifás y San Pedro-. De ahí surgen las llamadas Orientaciones y Sugerencias para la aplicación de la declaración «Nostra Aetate» a las relaciones de la Iglesia con el judaísmo. Entre otras afirmaciones significativas contenidas en este documento sobresale lo siguiente: «los católicos deben esforzarse en comprender la dificultad que el alma hebrea experimenta ante el Misterio de la Encarnación, dada la noción tan alta y pura que ella tiene de la trascendencia divina» (o sea, que los católicos tenemos una noción baja e impura al respecto).
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
En este espacio no es posible consignar las actividades de Paulo VI en el cumplimiento del mandato del Vaticano II respecto a los judíos, pero es suficiente el conocimiento de algunos hechos: Paulo VI abrió las puertas del Vaticano a las comunidades judías para el diálogo fraterno y colaboración conjunta, quitando inclusive el Crucifijo de una de las salas para recibirlas, y en ocasiones lucía sobre el pecho el Efod, emblema del Sumo Sacerdote judío; objeto cuadrangular con doce piedras preciosas incrustadas simbolizando las doce tribus de Israel.
En lo que respecta a Juan Pablo II por principio es de mencionar que a raíz de su elección numerosas comunidades judías le mostraron su complacencia deseándole éxito en su pontificado... (¿?); el intruso polaco ha creado numerosos comités de estudios conjuntos judeo-católicos, y ha recibido en el Vaticano a los miembros de más de veinte organizaciones judías contenidas en el Comité Mundial Judío, internándoles para sus reuniones en la Sala del Consistorio donde se eligen a los Cardenales en el Vaticano, dirigiéndoles efusivos discursos y confirmando el propósito de la mutua colaboración en el trabajo por el bien de la humanidad. Además, ha visitado las Sinagogas de Jerusalén y Roma, siendo recibido efusivamente con himnos judaicos y discursos elogiosos, dándosele lugar preferente junto al Gran Rabino (su gran amigo es el Gran Rabino Elio Toaff) en la Teva -lugar de lectura de las escrituras de los judíos-. Fue en una de estas visitas donde Juan Pablo II proclamó que los judíos son «nuestros hermanos mayores en la fe» (¿en cuál fe?). Para entrar a la sinagoga aceptó a solicitud de los judíos quitarse el crucifijo.
A CONTINUACIÓN... El lema sinárquico de los Papas Conciliares
Montini y Wojtyla, repugnantes siervos de la sinagoga de Satanás, sed ambos anatema por los siglos de los siglos!!!
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
El lema sinárquico de los Papas Conciliares
Desde el inicio de su pontificado Paulo VI comenzó a propagar el mito de que «tenemos un mismo Dios, judíos, musulmanes y cristianos». Aquí cabe hacer notar la gravedad de este sofisma blasfemo. No es posible afirmar por parte de un verdadero Pontífice en nombre de la Iglesia Católica -¿pero es éste un Papa Católico?- que los pertenecientes a las que Paulo VI y Juan Pablo II llaman las «tres grandes religiones monoteístas» indistintamente tenemos el mismo Dios; la Santísima Trinidad y el Verbo encarnado no son lo mismo que la fantasía de Mahoma sobre su Alá, o el Yahvé milenario de los judíos que constituye la negación de la Revelación Cristiana. Esta aberración coloca al cristianismo en nivel de igualdad con las otras religiones mencionadas.
Teniendo estas teorías como fundamento, a partir del Vaticano II se suceden las actividades en común con los no cristianos, en particular con los musulmanes por parte de Paulo VI y Juan Pablo II en evidente actividad sinárquica; las relaciones no son únicamente en plan de comunicación sino además de participación activa en el culto. Por ejemplo, Paulo VI invita a setenta y cinco bonzos budistas a llevar las ofrendas en la misa en la celebración del Año Santo de 1975.
Por su parte Juan Pablo II lleva hasta el final el plan sinárquico; actos significativos son las reuniones de todas las religiones para las Oraciones de la Paz iniciadas en la ciudad de Asís en 1986 a donde asistieron representantes de más de ciento cincuenta religiones a orar a sus respectivos dioses en plano de igualdad con la Iglesia; ahí se pudieron ver cosas como una estatua de Buda junto a un Sagrario.
Las reuniones han continuado en el Vaticano dirigidas por la Comunidad San Egidio y los focolares, instrumentos del Papa para la sinarquía. Así, el Vaticano se ha convertido en punto de reunión de budistas, hindúes, africanos, mahometanos, y todas las falsas religiones, convocadas no para invitarles a la conversión sino para demostrar la fe en el Dios único de los conciliares. Juan Pablo II se ha significado durante sus viajes fuera de Roma por su identificación con los adoradores de todos los dioses de los países de infieles; en el África bebió complacido el licor de los adoradores de serpientes, pero en particular son notables sus acciones durante sus viajes al Asia. Ahí se dejó poner en la frente el círculo rojo de los adoradores de Shiva, Diosa considerada la tercera encarnación de Dios después de Brahma por los hindúes.
CONTINUARÁ...
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Aquí es de hacer notar especialmente la marcada inclinación de Juan Pablo II por el hinduismo; basta recordar sus alusiones al sinergismo, teoría hinduista que él repite acerca de todo el universo atraído hacia la órbita divina (Cruzando el umbral de la esperanza). Pero lo más elocuente es lo que afirma en su Encíclica «Fe y Razón»; ahí se puede leer algo inaudito; manifiesta que «la Iglesia Católica no posee una filosofía propia... debe tomar elementos de la filosofía hindú para enriquecerse».
Acerca del budismo liberador e iluminador que recomienda el Vaticano II, también da muestras de su complacencia al respecto. En una visita a Bangkok, Tailandia, se reúne con Vasana Tara, patriarca supremo de los budistas, siguiendo el ritual del saludo que consiste en verse mutuamente largos minutos a los ojos en silencio absoluto.
En cuanto a los musulmanes hay mucho que consignar; sobresale la invitación a los servidores de Alá a tener en el Vaticano reuniones con los teólogos para el estudio conjunto de sus respectivas religiones y métodos de proselitismo. En mayode 1996 tiene lugar el «Coloquio de la World Islamic Call Society y el Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso». El resultado de dicho coloquio es aparecer en igual plano la D'Wah y la Misión Católica. Un comentario autorizado dice: «musulmanes y cristianos han subrayado la importancia de vivir su propia fe y fomentar a su manera la Alianza de la Humanidad con su respectivo Dios; se estudiaron los respectivos métodos de proselitismo dentro de fraternal coloquio».
Juan Pablo II ha propiciado de muchas maneras la propagación en Europa del islamismo: auspició en la ciudad de Roma la construcción de la mezquita más grande de Europa pese a las protestas inclusive de miembros de la Curia. Paulo VI había devuelto significativamente a los turcos la bandera ganada a ellos por los católicos en la batalla de Lepanto (1571) y que estaba a los pies de una imagen de la Virgen. Juan Pablo II por lo visto ha hecho mucho más con sus convenciones católico-islámicas con los resultados conocidos a nivel mundial; y en esto no hace sino cumplir lo prescrito por el Vaticano II en cuanto a promover los bienes morales, costumbres, etcétera, de las religiones paganas. El islamismo está supliendo a la catolicidad decadente en Europa. Es fácil ver cómo los templos católicos vacíos de fieles particularmente en Francia y España son entregados a los musulmanes para ser empleados como mezquitas, al mismo tiempo que los católicos fácilmente contraen matrimonio con éstos. La segunda invasión mahometana de Europa ha llegado, esta vez para quedarse para siempre, y pacíficamente, creciendo sobre la base de los más de diez millones de mahometanos repartidos en diversos países y a través de la constante inmigración. Pero irónicamente, en días recientes Juan Pablo II ha pedido a los católicos no contraer matrimonio con los musulmanes.
A CONTINUACIÓN... Los cristianos católicos arrojados a la vorágine de la Gran Sinarquía
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
Los cristianos católicos arrojados a la vorágine de la Gran Sinarquía
De los cristianos católicos puede decirse que no es posible discernir en realidad qué cosa son, arrastrados a la vorágine del sincretismo religioso. Lo mismo se les hace actuar como protestantes imponiéndoles el rito herético de Lutero y Cranmer, que se les impone actitudes y rituales judaicos y orientales. Así, respecto al judaísmo, la representación que se les enseña a hacer de la cena pascual judía al mismo tiempo que la presentación de la Última Cena de Cristo, se les impone en los templos la presencia del candelabro de siete brazos, símbolo de la Ley Mosaica -en tanto se destierra el Crucifijo-; se les enseñan cantos en hebreo- que no es latín-: «¡Shalom, Shalom!» e ignoran que la oración por la cual está cambiada la del Ofertorio de la Misa es la bendición judía de mesa.
Respecto a identificarlos con otras religiones y preservar ellos mismos sus santidades, se les hace orar en actitud de yoguis o de budistas, indicándoles mantenerse erguidos durante la oración, respirar profundamente cerrando los ojos y cruzar las manos sobre el pecho -yoga católico-. Se les indica ponerse cada quien de frente con su compañero de culto y mirarse fijamente a los ojos como en el ritual del saludo budista; sólo falta -y eso no tardará- que se les ordene postrarse como los mahometanos y exclamar "Alá es grande".
Los cristianos católicos que se postran ante la mesa vacía en los templos usurpados a la Iglesia Católica ignoran ante qué símbolos terribles lo hacen. Dicha mesa significa a la vez la Teva de los judíos, la Caaba de los mahometanos, el Altar de buda, la Columna de Shiva, la mesa de Lutero..., y el Sitial de la risa del demonio.
A CONTINUACIÓN... La misa católica de Trento ante el ritual de Paulo VI
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Re: DESOLACIÓN EN EL LUGAR SANTO, por Gloria Riestra.
La misa católica de Trento ante el ritual de Paulo VI
Consideraciones generales
Tal vez muchos dirán: ¿Por qué hacer todo el preámbulo anterior para tratar la cuestión del cambio de la Misa? Es que para conocer el sentido pleno de ambos ritos -el Católico y el de Paulo VI- es preciso tener en cuenta algunos antecedentes. El cambio de la Misa Católica por el ritual surgido del Vaticano II no es algo fortuito ni banal; en torno a esto existen cuestiones que implican no sólo la Misa sino la totalidad de la fe.
Ambos ritos no están constituidos por sus simples características visibles; hay una historia secular detrás de cada palabra y a través de los símbolos y signos que los rodean; una Misa en sus antecedentes y su entorno. La Misa Católica entraña un sentido de la fe. La gravedad del cambio actual de la Misa Católica por el rito -llamémosle así- Paulino, o de Paulo VI, no radica como muchos creen únicamente en el cambio de las palabras de la consagración; hay una historia distinta y un sentido opuesto detrás de ambos ritos.
A CONTINUACIÓN... Dos Concilios, un Misal, y un ritual evolutivo
Javier- Nombre de messages : 4271
Localisation : Ilici Augusta (Hispania)
Date d'inscription : 26/02/2009
Page 1 sur 2 • 1, 2
Page 1 sur 2
Permission de ce forum:
Vous ne pouvez pas répondre aux sujets dans ce forum